Los ácaros son pequeños arácnidos no visibles a simple vista, responsables principales de la alergia al polvo. 

Los ácaros se acumulan sobre todo en los materiales textiles del hogar, donde tienen el grado de calor y humedad necesarios para desarrollarse; y proliferan más fácilmente en ambientes templados y húmedos. 

Estos son algunos consejos y medidas para llevar a cabo:

• Se recomienda mantener la vivienda seca y bien ventilada. Puede utilizarse para ello acondicionadores de aire o deshumidificadores. Mantener la temperatura de la vivienda en invierno cercana a los 18ºC. También es importante que la humedad relativa del aire en la casa sea inferior al 50%, evitando el uso de humidificadores.
• Evitar en lo posible la presencia de mobiliario o utensilios susceptibles de acumular polvo (alfombras, peluches, moquetas, etc.)
• Para la limpieza de la casa, utilizar un paño húmedo y aspirador en alfombras, colchones, sofás y todo aquello que pueda acumular polvo. En caso de que sea el paciente el que realice estas actividades, se recomienda hacerlo con mascarilla.
• Para lavar la ropa de cama, cortinas y peluches usar una temperatura mayor de 70º, y hacerlo semanal y después tenderlas al sol. En el caso de los peluches, conviene congelarlos tras el lavado durante uno o dos días.
• La utilización de fundas plásticas impermeables a los ácaros para colchones y almohadas disminuirá su contacto con los ácaros mientras duerme. Es aconsejable que el colchón y la almohada sean sintéticos.
• Ventilar y lavar las prendas de vestir que hayan permanecido mucho tiempo almacenadas