La urticaria es una lesión cutánea caracterizada por la aparición de habones o ronchas (lesiones sobreelevadas, de color rosado, evanescentes y que blanquean a la presión) acompañado generalmente de picor. 

El angioedema suele manifestarse como hinchazón de labios y/o párpados. Es considerado el mismo proceso que la urticaria, pero con una afectación más profunda. En muchas ocasiones el angioedema aparece junto con la urticaria, aunque en ocasiones puede ser la única manifestación. 

Según su evolución, la urticaria se clasifica en aguda o crónica. La urticaria aguda consiste en un único episodio de duración breve, cuya causa puede ser una reacción alérgica a medicamentos, alimentos, picaduras de avispa o abeja, anisakis, etc

La urticaria crónica es aquella que dura más de 6 semanas y no suele asociar un proceso alérgico. A pesar de que sus posibles causas son múltiples, lo habitual (aproximadamente el 90% de los casos) es que sea idiopática (es decir, que se desconoce la causa subyacente).

El tratamiento de primera línea de la urticaria crónica idiopática son  los antihistamínicos.